La Iglesia ha tenido siempre una presencia activa y relevante en la educación de las nuevas generaciones y por ello ha querido mostrar su preocupación por la nueva ley de educación que el gobierno de la nación ha propuesto y que el pasado jueves ha recibido el visto bueno del Congreso de los Diputados.
Los obispos reunidos en su Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española han mostrado claramente su posición en la nota publicada tras la finalización de sus trabajos, dejando claro que la Iglesia “seguirá trabajando para hacer posible el crecimiento, la libertad y la pluralidad de la propuesta educativa para servir así al bien de los alumnos, las familias y toda la sociedad.”
Pero, además de todos los puntos expuestos en dicha nota, deseamos poner en valor los grandes avances que la escuela concertada, mayoritariamente de signo católico, ha aportado a toda la sociedad. Más allá de consideraciones doctrinales, estamos convencidos que la colaboración público-privada en el campo educativo ha permitido hacer realidad la aspiración de un sistema educativo que garantiza el derecho a la educación tal y como se recoge en el artículo 27 de la Constitución Española.
El desarrollo del sistema de conciertos, en el que debemos reconocer más luces que sombras, ha permitido a la escuela concertada ofrecer a la sociedad un sistema educativo plural, de calidad, que aúna excelencia e inclusión, y que está basado en la libre elección de los padres del centro educativo.
Por otra parte, la oferta educativa de la Iglesia, basada mayoritariamente en la escuela concertada, ha permitido ofrecer una educación integral de la persona sobre la base de los valores cristianos y con un fuerte compromiso con la sociedad, algo que ha sido valorado y apreciado muy positivamente por los ciudadanos. Se ha demostrado que no son colegios para todos los católicos, sino colegios católicos para todos. La escuela concertada católica plantea una opción que por sus muchas ventajas no debería perderse por consideraciones ideológicas que pudieran al final perjudicar a toda la ciudadanía.
Fundación Diocesana de Enseñanza Victoria Díez