Colegios Diocesanos, identidad cristiana al servicio de las familias

Colegios Diocesanos, identidad cristiana al servicio de las familias

 

¿Qué distingue a un colegio de otro? ¿Cuáles son las razones que hacen que los padres opten por una escuela concreta para la educación de sus hijos? ¿Qué importancia tiene la identidad religiosa a la hora de decantar esta balanza? Estas son algunas de las preguntas que se harán muchas familias estos días en los que está abierto el plazo para matriculación de cara al próximo curso. Una oferta educativa a la que la Fundación Diocesana de Enseñanza Victoria Díez aporta la nada desdeñable cifra de diez centros, repartidos entre la capital y algunas localidades de la Archidiócesis.

La Iglesia cuenta con una destacada presencia en el ámbito educativo sevillano. Muchas generaciones deben su formación académica, y no pocos valores que han conformado su personalidad, a los años que pasaron en las aulas de colegios de titularidad religiosa. En esta amplia nómina de centros de inspiración católica seleccionamos hoy los centros pertenecientes a la Fundación Diocesana de Enseñanza, no hace mucho tiempo conocidos, muchos de ellos, como colegios parroquiales por su estrecha vinculación con la parroquia.

A la pregunta de qué distingue los colegios diocesanos de otros, lo primero que se destaca desde la dirección de los centros, el profesorado o las asociaciones de padres y madres es la familiaridad. El conocimiento del entorno de los alumnos, la estrecha relación entre colegio y familia, son factores decisivos a la hora de plantear lo que cada alumno necesita. Esto, unido al hecho de que casi todos los centros cuenten con una sola línea, facilita la labor del profesorado. Álvaro Angulo, profesor del Colegio Las Nieves, subraya este aspecto: “este conocimiento profundo, esta cercanía, hace que le educación luego sea más fácil”. Al respecto, Antonio Macías, director del Colegio San Bernardo, subraya que este seguimiento cercano al alumnado “propicia entornos de trabajo muy adecuados entre alumnos, familias y profesores, para que la transmisión de valores, tanto académicos como humanos, sea la adecuada”.

“Una prolongación de nuestras familias”

“El Colegio Diocesano San Isidoro es una prolongación de nuestras familias, en él nuestros hijos encuentran su segunda casa, donde a diario se respira compromiso, entrega, servicio, respeto, compañerismo y vocación… Valores que les calan para formarse como personas”. Son palabras de María Núñez, madre de alumno que, además, agradece “la absoluta involucración de todo el personal docente que acompaña a nuestros hijos en su formación cristiana”. Y este sello identitario no resulta forzado, no es algo que haya que inculcar en los diez claustros de profesores. Para muestra el testimonio de Álvaro Angulo que, como maestro cristiano, se ha visto “en la necesidad de transmitir la fe, de ser un complemento o ayuda a las familias en la transmisión de la fe todos mis alumnos”. Desde que entran por la puerta de los colegios, “Jesús está presente en cada momento del día”, apunta María Núñez.

Relacionado con esto, Macías apunta otro factor que suele decantar la balanza a favor de los colegios diocesanos: su titularidad religiosa. De hecho esto es algo que los padres subrayan al explicar por qué optaron por estos centros. Además, desde la Fundación se ha desarrollado un trabajo en los últimos años orientado a potenciar la identidad común de todos los cetros, como destaca su gerente, José Luis del Río, en una reciente entrevista en el programa ‘Iglesia Noticia’ de COPE Sevilla.

La importancia de una formación de calidad

Pero hablamos de colegios, de centros de enseñanza. De instituciones en las que las familias confían la formación académica de sus hijos, su preparación para un futuro laboral sin duda cada día más complicado. Y en este lado de la balanza, los colegios diocesanos cumplen con nota su cometido. “Nos consta que todos nuestros alumnos, vayan donde vayan, son muy valorados por su formación académica y personal, por sus valores, y así nos lo han hecho saber en numerosas ocasiones”, añade el responsable del colegio San Bernardo.

“Si tuviese que volver a elegir colegio para mis hijos no dudaría en elegir el mismo. Para los padres católicos es importante la existencia de estos centros y poder contar con ellos a la hora de escolarizarlos”, concluye María Núñez. Que no se rompa esta cadena, que la vinculación entre alumno, colegio y familia se prolongue durante todas las etapas educativas es una de las aspiraciones de la Fundación Diocesana de Enseñanza, que cada año trabaja por aumentar las líneas asignadas a los diez centros adscritos a esta institución dependiente directamente de la Archidiócesis de Sevilla.

Nueva presencia en internet

Coincidiendo con la apertura del plazo de matriculaciones, tanto la Fundación Diocesana como sus diez centros han renovado completamente su presencia en internet. La nueva página web institucional, que puede consultarse en la dirección www.fundacionvictoriadiez.org, dispone de enlaces a todos los colegios, así como toda la información de interés para las familias que deseen escolarizar a sus hijos en estos centros. Por su parte las diez webs colegiales mejoran los canales de información escuela-familia, con un diseño más ágil e informativo.

 

Fuente: Archisevilla.org