El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha enviado un mensaje de ánimo y aliento a todos los fieles de la Archidiócesis ante el estado de alarma decretado por el Gobierno de España desde el pasado sábado.
Monseñor Asenjo comienza explicando que ofrecerá la celebración de la Eucaristía por las víctimas del coronavirus, “por los difuntos, enfermos y sus familias, al mismo tiempo que le pediré al Señor que nos libre de esta pandemia terrible que está azotando Andalucía, España y prácticamente al mundo entero”.
El Arzobispo ha lamentado “vivir estos momentos dramáticos, en el que los niños no pueden ir a la escuela ni corretear por el parque; en el que tampoco podremos disfrutar de las hermosísimas procesiones de Sevilla”. Pese a todo ello, d. Juan José exhorta a vivir “estas tristísimas circunstancias con esperanza, y que lo que perdamos en espectáculo y en belleza, lo ganemos en intensidad”.
Al respecto, asegura estar “convencido” de que “para los que aman a Dios todo lo que sucede, sucede para bien, porque de los males Dios siempre saca bienes”. Concretamente, esta situación extraordinaria de alerta sanitaria, monseñor Asenjo cree que “nos va a ayudar a ahondar en nuestra conversión, el gran tema de estos días de Cuaresma”. En esta línea, ha recordado las palabras del profeta Joel, que invitan a “rasgarnos los corazones y no las vestiduras”.
Para lograrlo, propone que “entremos a fondo en el hondón de nuestro corazón, con el bisturí de la sinceridad y la verdad, para tomar el pulso a nuestra vida, para saber si estamos caminando como el señor espera de nosotros; que rompamos con los apegos que nos esclavizan, que no seamos sordos a la múltiple gracia de Dios que en estos días se derrama sobre nuestras vidas; que volvamos al Señor, que eso es, en definitiva, la conversión”.
El Arzobispo de Sevilla también cita a Benedicto XVI repitiendo que “la fe cristiana no es un ideal, ni una costumbre, sino el encuentro con una persona: Jesucristo”.
Finalmente, monseñor Asenjo reitera su llamada a la esperanza, en tiempos de coronavirus, “que lo que perdamos en manifestaciones públicas de religiosidad popular, lo ganemos en intensidad, viviendo con mucha autenticidad la Semana Santa y la Cuaresma en nuestras casas”.